Microsoft continúa demostrando que su enfoque en la evolución de Windows no siempre es bien recibido por la comunidad de usuarios, y la más reciente actualización de Windows 11, la versión 24H2, es un claro ejemplo de ello. Algunos usuarios ya la están catalogando como una de las peores actualizaciones en la historia de este sistema operativo, a la par de versiones tan infames como Windows Vista o, incluso peor, la criticada Windows Millennium Edition.
El descontento es palpable, y no es para menos. Windows 11 24H2 ha sido una versión cargada de errores e inconsistencias que han frustrado tanto a usuarios ocasionales como a profesionales. Pero, ¿cómo hemos llegado a este punto? ¿Cómo pasó Windows de ser «el sistema operativo más fiable» a encontrarse en lo que muchos consideran un estado caótico?
De Vista a Windows 11: Una Historia de Redención y Desilusión
Hace 15 años, Windows Vista enfrentaba críticas similares. Problemas de rendimiento, compatibilidad y estabilidad lo convirtieron en el blanco de las quejas de muchos usuarios. Sin embargo, Vista también introdujo mejoras de seguridad y una interfaz gráfica renovada, y Microsoft dedicó esfuerzos considerables para corregir sus errores. El resultado fue que, hacia el final de su ciclo, Vista se había convertido en un sistema operativo más estable y utilizable.
El sucesor de Vista, Windows 7, logró lo que pocos esperaban: redimir completamente a Microsoft y ganarse el reconocimiento de muchos como la mejor versión de Windows hasta la fecha. Microsoft se preocupaba por la experiencia del usuario y el sistema operativo era una prioridad evidente para la compañía.
Pero el camino de Microsoft no siempre fue de redención. La historia de Windows Millennium Edition (ME) nos recuerda los momentos más bajos de la compañía. Lanzado con prisas, este sistema operativo sufría de errores constantes, fugas de memoria y bloqueos que lo convirtieron en el favorito de las críticas. Afortunadamente, con Windows XP, Microsoft volvió a ganar la confianza de sus usuarios al ofrecer estabilidad y rendimiento. En ese momento, era claro que a la compañía le importaba su producto estrella.
La Caída: ¿Qué Fue Mal con Windows 11?
La situación actual con Windows 11 nos lleva a preguntarnos: ¿cuándo dejó de importar tanto a Microsoft su sistema operativo? Algunos apuntan al cambio de estrategia que trajo consigo Satya Nadella, el director ejecutivo de Microsoft, quien impulsó la transformación de Windows en un servicio en la nube bajo el nombre de Windows as a Service. Este cambio marcó el fin de los ciclos de soporte tradicionales y la introducción de actualizaciones de características dos veces al año, un experimento que, a todas luces, ha resultado ser problemático.
El Programa Windows Insider, que originalmente pretendía reemplazar los tradicionales controles de calidad, ha fallado en gran medida. Los insiders, en lugar de ser probadores comprometidos, parecen estar más interesados en acceder antes que nadie a las nuevas funciones de Windows, lo que ha dejado a Microsoft con un producto que se lanza sin pruebas exhaustivas.
Las promesas de mejorar con Windows 11 y ofrecer un sistema más robusto se desvanecieron rápidamente. Las actualizaciones mensuales de Windows 11 han traído consigo errores inesperados y regresiones funcionales, afectando aspectos tan esenciales como el menú de inicio o la barra de tareas, funciones críticas para cualquier usuario. Bajo la dirección de Panos Panay, Microsoft intentó revertir la situación con actualizaciones más espaciadas, pero la confusión ha persistido.
Las Nuevas Funciones de IA: Más Problemas Que Soluciones
Bajo la dirección de Pavan Davuluri, el enfoque de Microsoft ha virado hacia la inteligencia artificial, introduciendo funciones como Copilot y Recall en las actualizaciones mensuales. Estas herramientas, aunque innovadoras, se han lanzado de manera inconsistente y sin pruebas adecuadas, generando más confusión que beneficios entre los usuarios.
Copilot, por ejemplo, ha cambiado de posición en la barra de tareas sin motivo aparente, y Recall ha hecho una aparición fugaz que causó pánico en las redes. Además, los problemas de calidad en las versiones 22H2 y 24H2 de Windows 11 han sido alarmantes, con errores no documentados y nuevas funciones que solo están disponibles para dispositivos con procesadores ARM.
¿Qué Está Haciendo Microsoft?
Hoy, el panorama con Windows 11 es desalentador. Los errores van desde problemas de rendimiento hasta fallas en aspectos fundamentales, como la desaparición del cursor del ratón o pantallas azules de la muerte que afectan a dispositivos con discos SSD de Western Digital. Para muchos usuarios, esta versión es una señal clara de que Microsoft ya no se preocupa por Windows como lo hacía en el pasado.
Mientras algunos usuarios comienzan a buscar alternativas como Linux, o comprar un Mac la mayoría de los profesionales no tienen otra opción que adaptarse a este entorno caótico, esperando que Microsoft ofrezca alguna solución o al menos estabilice su sistema con las versiones futuras. ¿Llegará esa solución? Solo el tiempo lo dirá, pero por ahora, la situación está lejos de ser la ideal para el sistema operativo más utilizado del mundo.