Expertos en el campo financiero cuestionan la viabilidad económica de OpenAI para 2024. La disminución en el número de usuarios de ChatGPT, combinada con una competencia cada vez más feroz, podría oscurecer el horizonte de la compañía.

Las alarmas han sonado sobre la estabilidad financiera de OpenAI. Si no se aseguran nuevos fondos, la entidad podría enfrentarse a serias dificultades financieras hacia finales de 2024, según un estudio divulgado por Analytics India. El informe destaca que la disminución en el uso de ChatGPT, los altos costos operativos del asistente virtual y la intensa competencia en el ámbito de la inteligencia artificial generativa ponen a la firma, dirigida por Sam Altman, en una posición delicada.

Según el análisis de Mohit Pandey, mantener ChatGPT activo es una empresa costosa en el panorama actual. Hace algunos meses, Dylan Patel, de SemiAnalysis, compartió con The Information que mantener a ChatGPT podría tener un precio diario cercano a los 700,000 dólares para OpenAI.

En 2018, OpenAI dejó atrás su naturaleza sin ánimo de lucro y adoptó una política que garantizaba a los socios la posibilidad de multiplicar su inversión hasta cien veces. Recientemente, la firma intentó diversificar sus ingresos con el lanzamiento de ChatGPT Plus y una API premium.

A pesar de los nuevos esfuerzos, OpenAI no ha compartido cifras oficiales sobre sus ingresos. Fuentes anónimas revelaron a The Information que, desde el inicio de ChatGPT, las pérdidas se han incrementado, alcanzando aproximadamente 540 millones de dólares. Aunque las nuevas ofertas generaron ingresos, también aumentaron los gastos en mejoras y soporte técnico.

Basándose en un análisis de Investopedia, Pandey sugiere que la rentabilidad de OpenAI está en duda. Argumenta que cualquier firma líder en IA, como la que lidera Altman, necesitaría al menos una década de funcionamiento y 100 millones de dólares en ingresos verificables para una exitosa oferta pública de acciones.

“El compromiso financiero de Microsoft con OpenAI, de 10,000 millones de dólares, podría ser el salvavidas de la empresa por ahora. Aunque OpenAI anticipa ingresos de 200 millones para 2023 y aspira a alcanzar los 1,000 millones en 2024, estos objetivos parecen lejanos dadas las crecientes pérdidas”.

Pandey

La popularidad de OpenAI se desvanece

El interés en ChatGPT ha mostrado signos de desaceleración. Información de Similarweb indica que el tráfico al sitio de ChatGPT disminuyó notablemente en junio. Además, la competencia en el mercado ha aumentado. Aparte de gigantes como Bard de Google o Bing IA de Microsoft, ChatGPT enfrenta la competencia de múltiples proyectos de código abierto. Llama2 de Meta emerge como un rival a tener en cuenta.

Recientemente, un documento de ingenieros de Google, destacado por SemiAnalysis, sugirió que las soluciones IA basadas en código abierto serían más eficientes en términos de costos en el corto plazo. En palabras de estos expertos

“La brecha de calidad se está cerrando rápidamente. Los modelos de código abierto ofrecen una eficiencia asombrosa en comparación con soluciones propietarias”.

SemiAnalysis

Con todo, el enfoque de Meta podría redefinir el panorama. Al adoptar una estrategia de código abierto, las actualizaciones y mejoras fluyen naturalmente, y posteriormente pueden ser integradas en productos rentables.

El modelo de negocio actual de OpenAI enfrenta vientos en contra en el mercado. Si bien es prematuro afirmar con certeza que la entidad se encuentra en peligro inminente, es evidente que el auge de ChatGPT ha llevado al surgimiento de un mercado saturado, donde las soluciones de código abierto ofrecen una propuesta de valor competitiva a corto plazo.