• Velocidad de Internet en casa: más allá del router

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Si alguna vez has experimentado problemas con tu conexión a Internet en casa, sabrás que no siempre la culpa recae en el pobre router. No nos referimos únicamente a problemas de cobertura o calidad de la señal Wi-Fi, sino a cualquier servicio proporcionado por tu operadora, incluso si es por cable.

Hoy en día, al contratar un servicio con una operadora, es común recibir no solo la conexión a Internet, sino también televisión por cable, servicios en la nube, líneas móviles e incluso el teléfono fijo. Y aquí radica el problema, ya que cualquier interferencia en casa puede afectar a cualquiera de estos servicios, aparte del smartphone y la línea móvil.

El gran desconocido responsable de muchas fallas es el canal de retorno. Este canal interrumpe la frecuencia con la que el router devuelve datos a la red de la operadora, provocando interferencias que afectan a la conexión de diversas maneras según los servicios contratados. Estas interferencias pueden ir desde afectar la visualización de los servicios de televisión hasta generar problemas en la comunicación por teléfono fijo.

En muchas ocasiones, las caídas en la red, la disminución del ancho de banda contratado o los problemas en la línea telefónica no tienen relación con el router en sí, sino con las interferencias que afectan la señal enviada al operador.

Las causas de estas interferencias son variadas y suelen estar relacionadas con dispositivos que tenemos en casa:

  • Cables de alimentación en mal estado.
  • Enchufes o regletas defectuosas.
  • Dispositivos electrónicos antiguos o mal reparados.
  • Audífonos inalámbricos.
  • Monitores de vigilancia para bebés.
  • Consolas de videojuegos.
  • Cargadores.

Estos elementos cotidianos pueden generar problemas en la conexión, y algunos de ellos, que no están aprobados por las autoridades, son retirados del mercado cuando se detectan como fuentes problemáticas.

Además de los dispositivos electrónicos, las instalaciones antiguas de electricidad y telefonía también pueden generar interferencias, como líneas mal protegidas, fallos en las conexiones a tierra o amplificadores domésticos defectuosos.

Para corregir estas interferencias, es posible realizar pruebas eliminando los dispositivos sospechosos uno por uno o prestando atención al estado y protección del cableado. También existen sistemas para amortiguar las interferencias previamente a una reforma integral de la instalación.