• Microsoft: resuelven un problema con los SSDs, ¡y generan otro!

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Desde sus inicios, Windows 11 ha tenido ciertos inconvenientes con las unidades SSD. En diciembre de 2021, se informó de este problema y Microsoft actuó con prontitud, lanzando una corrección. No obstante, la solución fue presentada de manera discreta, como si quisieran resolver el problema “tras bambalinas”, evitando llamar la atención.

Sin embargo, el tema no se quedó allí. Recientemente, Windows 11 presentó nuevamente dificultades con las SSD, reduciendo drásticamente su rendimiento, casi al nivel de un disco duro. A pesar de la gravedad del problema, Microsoft mantuvo silencio. Según TechSpot, la empresa ha abordado el asunto en la última actualización de agosto, aunque no lo han mencionado explícitamente en las notas de la misma. Dicha corrección fue notada por usuarios que, tras la actualización, observaron una mejora en el rendimiento de sus unidades SSD.

No todo es color de rosa. Aunque el problema con las SSD parece haberse solucionado, han surgido complicaciones con Microsoft Defender, la herramienta de seguridad de la compañía. Tras la reciente actualización, algunos usuarios reportan problemas para acceder al servicio, recibiendo mensajes de error al intentarlo.

Un punto de reflexión recurrente es cómo se perciben estos sistemas operativos en el ámbito empresarial. Las empresas tienden a ser reacias a actualizar a la última versión de un sistema operativo, principalmente debido a problemas de compatibilidad y estabilidad. Esta renuencia se magnifica cuando las versiones recientes del sistema operativo se perciben como inestables o problemáticas.

Por supuesto, el desarrollo de software es un proceso iterativo. Cada nueva versión de un sistema operativo trae consigo la promesa de mejoras y nuevas características, pero también el potencial de nuevos errores y problemas. Esto es natural y esperado. Sin embargo, lo que muchos usuarios desean es transparencia. Si hay problemas, desean que se aborden de manera abierta y rápida, y no que se “barran debajo de la alfombra”.

Por lo tanto, si estás considerando actualizar a Windows 11 desde Windows 10, quizás sea prudente esperar un poco más…. Si, 2 años después de su lanzamiento, la recomendación sigue siendo evitar actualizar a Windows 11. Por otro lado Windows 12 ya está en desarrollo y todo indicaría que la versión actual de este sistema pasará pronto a mejor vida.

Microsoft tiene una “tradición” historifica que lo acompaña desde hace más de 25 años, realmente no sabríamos decir cuantos exactamente, pero si más de 25!. Según el mito popular, no son capaces de lanzar 2 versiones de Windows buenas consecutivas, siendo el patrón una versión buena (bien trabajada, sin errores importantes, de agrado de los usuarios, rápida, versátil) y una mala luego…. Al día de hoy nos preguntamos ¿por que les ocurre esto?, ¿por que no pueden evitarlo?.

Dentro de las versiones “malas” podemos recordar Windows 98 (primera edici{on), Windows Me, Windows Vista, Windows 8, y ahora el ¿novedoso? Windows 11. Creemos que este patrón podría adjudicarse a la adopción de nuevas tecnologías de forma apresurada, y es que la tecnología avanza a un ritmo vertiginoso y a fin de no por detrás de su competencia es probable que lancen los productos antes de que estén realmente pulidos; porque pueden pulirlo luego de lanzarlo ¿no?….. Esta practica nefasta, sistemática y perjudicial para los usuarios parece no tener fin, y si bien comprendemos que la complejidad de un sistema como lo es Windows (que debe ser retrocompatible con el software y el hardware, a la vez que incorporar innovaciones), creemos que quizás el enfoque de Microsoft es erróneo, quizás sea hora de dejar de reinventar lo que ya funciona bien (Como la barra de tareas!!!).

Recuerda, si aún no te has decidido, te recordamos que aún hay opciones para adquirir una licencia original de Windows 10 a un precio atractivo.